FASOL despide a quien hizo de la memoria una causa de vida

Con profundo dolor, Fasol lamenta la partida de Ana María Cuestas, una mujer cuyo corazón y trabajo incansable llevaron el nombre de los desaparecidos hasta las estrellas, convirtiendo su ausencia en una luz que nunca se apagará. Su legado, marcado por el amor hacia las víctimas y su firme compromiso con la memoria y la reconciliación, quedará grabado para siempre en nuestros corazones y en la historia de Colombia.
A sus seres queridos, les enviamos un abrazo lleno de fuerza y solidaridad en estos momentos de dolor. Sabemos que el consuelo llegará de la mano de Dios y de esos recuerdos imborrables, de los grandes logros que Ana María alcanzó en vida. Hoy, las estrellas brillan más fuerte, porque desde ellas, ella sigue acompañándonos.
Descansa en paz, Ana María. Tu luz seguirá guiándonos.
